¡Qué difícil escribir con tanta ebullición en la cabeza! Aún a estas alturas me pregunto si me habré equivocado al matricularme en este curso. Y me contesto refiriéndome el interés que me suscita su temática. Pronto surge la réplica recordándome en cuanto proyecto ando metida. Mientras haya debate habrá mooc.
A pesar de ser difícil, me he animado a escribir un micro-relato imaginando un proyecto que me gustaría poner en práctica. Lo aderezo con imágenes. Espero que os guste:
Cada mañana me despierta el sonido de las ondas. Voces amigas de personas desconocidas me informan sobre la secuencia de la crisis y alguna buena noticia pequeña y escondida entre datos económicos y sucesos aciagos. Hasta que cambio de dial y la música se abre paso calmando ansiedades y preocupaciones.
En el devenir cotidiano me sorprende el poder de esos sonidos sobre mis pensamientos y emociones. El hilo acompaña a través de las altas y generosas montañas de Sierra Nevada que suceden por la ventanilla del coche. Y se mezcla con el hilo de otras idas y venidas en el tiempo. Paro el coche, aparco. ¡Cómo deseo llevarme esas ondas, pasearlas por el centro y formar parte de esas voces amigas en el mundo sonoro!